Los países de Centro y Sudámerica han visto un crecimiento de flujos migratorios y de refugiados sin precedente. Desde 2015, alrededor de 5 millones de refugiados y migrantes Venezolanos y medio millón provenientes de El Salvador, Guatemala, Honduras huyeron a países vecinos. La migración forzada proveniente de dichos países está asociada a los altos niveles de violencia, ´feminicidios´, persecución política, violaciones severas a los derechos humanos y pobreza. Esta situación plantea preguntas urgentes sobre sociedades en crisis, al mismo tiempo hace un llamado a los gobiernos de la región y a las organizaciones regionales y multilaterales para examinar políticas pertinentes a la protección de las y los migrantes y refugiados. Esto se torna aún más apremiante en el contexto de COVID-19. COVID-19 se ha convertido en un desafío para la gobernanza en salud inclusiva. La preparación y respuestas gubernamentales ante emergencias sanitarias son fundamentales ya que pueden reparar o exacerbar las vulnerabilidades e inequidades existentes.
El derecho a la salud y la política migratoria: un tema importante en la agenda pública de la región
Comunicado Lancet Migration para América Latina